Capítulo 126
Begoña grita ante los Merino los crímenes de Jesús... ¡Pero nadie la cree!
La salud de Begoña se encuentra en una estado crítico tras las dosis de droga de Jesús: confiesa que él mató a Clotilde y Valentín pero todos piensan que está desequilibrada.
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La situación de Begoña cada vez está más al límite. Ella se pasa el día muy drogada por Jesús y ya no distingue cuál es su realidad y cuál es la que se inventa su cabeza.
La joven padece alucinaciones, y entre ellas, ha vuelto al momento en el que Jesús la disparó, y le ha alterado mucho.
Justo cuando se celebraba la copa entre los Merino y los De la Reina, la joven ha bajado gritando muy alterada. "¡Asesino!"
Se ha refugiado instantáneamente en los brazos de Andrés, rechazando cualquier tipo de tacto de su marido, a quien acusaba de querer matarla poniendo el grito en el cielo. La joven, desesperada, le ha contado a Andrés que su hermano fue quien mató a Clotilde y Valentín, pero Jesús se ha adelantado a dejarla de desequilibrada.
Cuando han llegado los Merino, Begoña se ha ido hacia Digna, contándole lo mismo. La mujer se ha puesto a llorar. Las caras de Damián y Jesús eran un cuadro, sin embargo... ¡Begoña se ha desacreditado sola!
Fruto de la droga, ha comenzado a desvariar mentando a su madre fallecida, y luego se ha desmayado. ¡Nadie le ha tomado en serio! Pero, ¿qué hará ahora Jesús con ella?
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